martes, 7 de marzo de 2017

El Audiobranding, la música, el marketing y nuestra mente

Es sabido por todos que la música tiene el enorme poder de influir en nuestro sistema emocional e incluso en nuestro pensamiento. ¿Quién no se siente igual de motivado que Rocky Balboa antes de un combate cuando escucha Eye Of The Tiger?, ¿quién no se ha entristecido y parado a reflexionar sobre su vida escuchando The Scientist del grupo inglés Coldplay? Y es que, al escuchar música que es de nuestro agrado, nuestro cuerpo automáticamente produce dopamina y una zona del oído interno conocida como sacculus estimula al cerebro para que libere endorfinas, causándonos todo ello una sensación de placer.




Por supuesto que este fenómeno es conocido por las grandes empresas. Estas juegan constantemente con la importancia de la música a la hora de la toma de decisiones por un cliente, hasta llegar al punto en que se ha desarrollado una división específica orientada a estudiar el uso estratégico de la música en el marketing: el “audiobranding”. Esta rama de estudio otorga a la música una nueva finalidad distinta de la artística o la de ser un producto: la comunicativa; la música es un excelente medio para vender las cualidades de tu producto o marca u otorgarles un valor añadido. En un estudio llamado Sounds Like Branding, llevado a cabo por la agencia Heartbeats International, se preguntó a grandes empresas globales, como Heineken, McDonald´s, BMW, Nokia, Pepsi, Audi, Rolex o Adidas, entre otras, acerca de sus estrategias musicales. Los resultados mostraron que el 97% de las empresas admitieron que la música puede reforzar su marca. El 76% dijo que usan activamente la música en su marketing. Y 7 de cada 10 firmas piensan que la música adquirirá mayor importancia en el futuro.

No obstante, se ha de ser precavido y estudiar que música ha de acompañar a tu producto o marca con detalle. Hay muchos géneros distintos de música y cada uno es único en su esencia y transmite su mensaje, que si no casa bien con el anuncio puede acabar siendo un desastre, como este casi cómico ejemplo de servicios financieros y ópera...




Pero también puede tener éxito la simbiosis entre música y publicidad y salir maravillas como este anuncio de Heineken.




La elección de una canción tan conocida y con tantos altos y bajos como es Bohemian Rhapsody da en el clavo. No solo nos hace sentir identificados con los montones de personas que aparecen en el anuncio cantando el tema de Queen, sino que también muestra que el beber cerveza Heineken es algo común a todos, como lo es cantar esa canción (cantes mal o bien).

Nos vemos.




Ignacio DR

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