Corría el año 1984 y Ronald Reagan comenzaba su campaña
electoral para salir reelegido presidente por segunda vez. El antes actor de Hollywood
era perfectamente consciente de que intentar volver a conseguir los votos no
iba a ser coser y cantar. Tras su primer término se había ganado la antipatía
de muchos republicanos, además de tener que aguantar constantemente las
críticas de los demócratas que veían en el a un extremista obsesionado con la
guerra fría. Reagan, bajo el eslogan “It´s
Morning Again in America”, decidió apelar al sentimiento patriota estadounidense
y se le ocurrió cometer el error citar a Bruce Springsteen y a su famoso tema “Born in the U.S.A.” a pesar de que el
músico le había prohibido en privado usar su canción. Hay que tener en mente
que Born in the U.S.A. (que, por
cierto, no habla de las virtudes sino de los defectos del sueño americano y con
un tono más bien pesimista, aunque su estribillo pueda incitar a lo contrario) era
por entonces el gran hit del momento y Bruce se había establecido como el cantautor por excelencia
americano; así, lo que en un principio sirvió para ganar votos, le acabó
costando caro a Reagan al provocar la ira del músico, que decidió usar su fama
para lanzar un mensaje político anti Reagan. Aunque al final Reagan volvió a ganar, se puede decir que este acto marcó
un precedente en la relación música-marketing político, poniéndose multitud de
artistas de renombre del lado de Springsteen.
Y es que, hemos de entender que la música también tiene su
propia vertiente política. Muchos artistas usan su música para expresar su
perspectiva sobre distintos asuntos o para hablar o defender sus ideales. Así
pues, es normal que muchos músicos se enojen cuando se enteran de que un
político está usando sin permiso sus obras para promocionar sus ideas, y más
aun cuando el político del que hablamos se trata del polémico Donald Trump.
Trump ha estado utilizando distintas canciones icónicas
durante la anterior campaña electoral estadounidense. Lo gracioso es que no ha
podido usar ninguna de estas canciones de manera muy continuada porque la mayoría de las veces al día siguiente los músicos se daban cuenta y contactaban con su equipo
prohibiéndoles el uso de los temas. Ejemplos tenemos a mansalva,
destacables quizás son los casos de Queen (dónde el mismo Brian May tuvo que
insistir en que se dejase de usar el épico tema “We Are The Champions”, que buscaba que se percibiera a Trump como
el claro ganador antes de las mismas elecciones) y de los Rolling Stones (el
magnate usó el famoso “You Can´t Always Get
What You Want” con la intención de hacer un guiño a los Republicanos que
tenían dudas acerca de si votarle o no).
Los Rolling también han sido partícipes de otro famoso incidente político, en este caso en Alemania. La actual canciller alemana, Angela Merkel, decidió usar a propósito de su nombre la canción “Angie” para su campaña electoral. Y como era de suponer, a Mick Jager y compañía (también conocidos como Sus Satánicas Majestades) no les hizo mucha gracia que la Unión Demócrata Cristiana usase uno de sus temas con fines políticos.
Y me despido ya definitivamente, espero que hayas disfrutado leyendo este blog tanto como yo escribiéndolo. ¡Paz y rock and roll!
Ignacio DR